Novas Poéticas de Resistência: o século XXI em Portugal

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Ângela Canez



 

perdidamente el rastro
lo que queda de la ausencia en los acueductos
en la piel vuelta hacia el estéril recuerdo
de mujeres que caminan sobre las aguas
y no se hunden no vuelven a amanecer
ni se consumen en las llamas
porque es tarde. demasiado y añaden a la vida
un haz de silencio. poco más
un haz de artefactos objetos comunes
para violentar el dolor lo que duele y queda
y se propaga y es aun mayor porque oscurece
en la habitación vacía dónde ya no viven
ni se resguardan de la lluvia
que los hombres plantan o hacen que se caiga en la memoria
bajito. así entera
quitando poco a poco el acaso
el hueco que es y aumenta la certidumbre de que nadie vendrá
allá dónde el cuerpo duele y funda
y aumenta y hunde un poco más. porque es tarde
y ya deberían de haber vuelto de la incursión
al centro de las aguas. de los cuerpos depuestos
dónde ya no duermen
nadie vive
dónde ya no se vive
hartos de recordar

 



 
























 

 

tropezar en el miedo
moldeado a duras penas por en medio del recuerdo dónde la noche
devasta el asombro irrumpe a duras penas en las regueras
y por allá se queda y vuelve a perpetuar el atraco
a los confines dónde nadie vive. dónde aun habitamos
la última mitad de la oscuridad dónde ya no se es
somos por equivocación al azar en lo que queda
de un imperio asolado del insomnio
que llega un día. todos los días y no se puede huir

 

la fiera ensaya el atraco
para el primer compás del miedo
la fiera es todo lo que los hombres podían aun esperar
el rostro


(que se callen los espacios que se embriagan
de las celdas que decaen contra la muralla
contra el vacío que nos permite
el ruido de los pájaros palabras que
decaen al azar en el vértice de dónde
se empieza
a no ser)

el rostro
se fue

y lo que más les duele es esta ausencia
este primer paso de un espacio

demasiado vacío

tiene el rostro depuesto contra el miedo
es la primera señal del silencio

(de que hoy no lloverá)










 

Ângela Canez nasceu em Aldeia Velha, na Beira Alta em 1984 mas foi em Coimbra que desenvolveu o seu interesse pela psicologia e por diversas formas de arte. Aí frequentou o grupo Oficina de Poesia e o Teatro Universitário e ficou-lhe uma vontade imensa de aprofundar o mistério das coisas. Segue agora a sua busca como psicóloga e poeta por entre os caminhos da Serra.

 

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